Muchos chilenos hemos estado frente a la pantalla durante esta semana, viendo todos los juegos olímpicos que nos permite nuestro tiempo personal.
Muchos también, madrugamos esperando el partido de tenis de Fernando González y reconozco que preferí dormirme, antes de ver el doloroso desenlace.
Durante todas estas horas frente al televisor, tuve la curiosidad de pasearme por los canales nacionales y al detenerme en TVN vuelvo a visualizar con horror los comentarios más que desafortunados de los comentaristas de ese medio. Desafortunados digo, al escuchar comentarios de carácter sexual de las jugadoras olímpicas que aparentan tener 15 años y que son hechos por hombres que hace rato pasaron los cincuenta y que son escuchados por otros comentaristas más jóvenes que parecen no advertir que, lo que se está relatando, se acerca más a los comentarios de los asistentes a un boliche con expendio de alcoholes, a las dos de la madrugada.
En Mega se les ocurrió poner todos los accidentes en los deportes, ya sean olímpicos o no, al ritmo de calle 13, quizás con la intención de provocar risas como se intenta hacer en los carros del metro durante las horas de la mañana.
Pero por fortuna, el canal 13 envió a China a una delegación elegida con pinzas, que se comportó a la altura de las circunstancias y que, incluso cuando los espectadores nos dimos cuenta de su cansancio y falta de sueño, sus comentarios eran de carácter gracioso y liviano. Además, muy pocos comentaristas pueden demostrar tanto respeto de genero como se le demostró a Soledad Vacaressa, la cual admiro por su fortaleza y creo que difícilmente pueda ser reemplazada, por alguien que la iguale en sus conocimientos deportivos, pudiendo entregar datos técnicos en el momento oportuno, con la gracia y cordura que la caracteriza. No quiero que esto se convierta en una alabanza a “la mujer” de los juegos olímpicos, quiero decir, que los que estamos en Chile, viendo la transmisión de los juegos Olímpicos, merecemos recibir las noticias en forma óptima, con datos estadísticos de los lugares que ocuparon los jugadores, su edad, etc., y no caer en lo mismo de siempre, en la vulgaridad gratuita y tan molesta. Suerte que el control remoto tiene una tecla mute.
Muchos también, madrugamos esperando el partido de tenis de Fernando González y reconozco que preferí dormirme, antes de ver el doloroso desenlace.
Durante todas estas horas frente al televisor, tuve la curiosidad de pasearme por los canales nacionales y al detenerme en TVN vuelvo a visualizar con horror los comentarios más que desafortunados de los comentaristas de ese medio. Desafortunados digo, al escuchar comentarios de carácter sexual de las jugadoras olímpicas que aparentan tener 15 años y que son hechos por hombres que hace rato pasaron los cincuenta y que son escuchados por otros comentaristas más jóvenes que parecen no advertir que, lo que se está relatando, se acerca más a los comentarios de los asistentes a un boliche con expendio de alcoholes, a las dos de la madrugada.
En Mega se les ocurrió poner todos los accidentes en los deportes, ya sean olímpicos o no, al ritmo de calle 13, quizás con la intención de provocar risas como se intenta hacer en los carros del metro durante las horas de la mañana.
Pero por fortuna, el canal 13 envió a China a una delegación elegida con pinzas, que se comportó a la altura de las circunstancias y que, incluso cuando los espectadores nos dimos cuenta de su cansancio y falta de sueño, sus comentarios eran de carácter gracioso y liviano. Además, muy pocos comentaristas pueden demostrar tanto respeto de genero como se le demostró a Soledad Vacaressa, la cual admiro por su fortaleza y creo que difícilmente pueda ser reemplazada, por alguien que la iguale en sus conocimientos deportivos, pudiendo entregar datos técnicos en el momento oportuno, con la gracia y cordura que la caracteriza. No quiero que esto se convierta en una alabanza a “la mujer” de los juegos olímpicos, quiero decir, que los que estamos en Chile, viendo la transmisión de los juegos Olímpicos, merecemos recibir las noticias en forma óptima, con datos estadísticos de los lugares que ocuparon los jugadores, su edad, etc., y no caer en lo mismo de siempre, en la vulgaridad gratuita y tan molesta. Suerte que el control remoto tiene una tecla mute.