Me gustan esas historias que comienzan por el final o con parte del fimal y esta película es así.
Comienza contándonos la historia de vida del protagonista. Un joven pobre que vive con su padre. Entonces el narrador comienza a contarnos algunas teorías acerca de su vida. Decía que Eduard Abramovic, caminando por los caminos de su pueblo, se encuentra una tarde con un mago sentado junto a un árbol una vez enseñado un par de trucos el mago y el árbol desaparecen. Después de eso Eduard comienza a practicar trucos de magia sin parar.
Un día, practicando por las calles del pueblo, frente a él, pasa a caballo una duquesa (Sophia Von Teschen) de su misma edad, con la que se hacen amigos, pero él es un campesino y como es obvio les prohíben visitarse. Pero ellos encuentran la forma de encontrarse y entre estos encuentros el le enseño magia.
Pero más temprano que tarde, lograron encontrar el sitio secreto donde ellos se reunían y los separaron con la policía. Al día siguiente, Eduard se alejó de su casa y se fue por el mundo mostrando su magia, cambió su nombre y 15 años después lo vieron aparecen nuevamente en Viena.
Entonces llega convertido en todo un hombre, todo un mago, con trucos que nadie es capaz de resolver. A sus funciones asiste el jefe de la guardia del palacio real y queda maravillado. Le informa que lo visitara su Alteza y que debe inspeccionar el Teatro. Esa noche se vuelve a encontrar con su querida Sophie, a quien invita a subir al escenario para demostrarle los trucos de magia frente a un espejo y de paso dejarle claro que ha vuelto.
Al día siguiente, Sophie, llena de ilusión envía una carroza a buscar al mago, para que vuelvan a hablar de su partida y de tantas cosas que en 15 años dejaron inconclusas, entre otras el romance que quedó pendiente y que están dispuestos a recomenzar.
Advertencia: Solo para románticos.
Comienza contándonos la historia de vida del protagonista. Un joven pobre que vive con su padre. Entonces el narrador comienza a contarnos algunas teorías acerca de su vida. Decía que Eduard Abramovic, caminando por los caminos de su pueblo, se encuentra una tarde con un mago sentado junto a un árbol una vez enseñado un par de trucos el mago y el árbol desaparecen. Después de eso Eduard comienza a practicar trucos de magia sin parar.
Un día, practicando por las calles del pueblo, frente a él, pasa a caballo una duquesa (Sophia Von Teschen) de su misma edad, con la que se hacen amigos, pero él es un campesino y como es obvio les prohíben visitarse. Pero ellos encuentran la forma de encontrarse y entre estos encuentros el le enseño magia.
Pero más temprano que tarde, lograron encontrar el sitio secreto donde ellos se reunían y los separaron con la policía. Al día siguiente, Eduard se alejó de su casa y se fue por el mundo mostrando su magia, cambió su nombre y 15 años después lo vieron aparecen nuevamente en Viena.
Entonces llega convertido en todo un hombre, todo un mago, con trucos que nadie es capaz de resolver. A sus funciones asiste el jefe de la guardia del palacio real y queda maravillado. Le informa que lo visitara su Alteza y que debe inspeccionar el Teatro. Esa noche se vuelve a encontrar con su querida Sophie, a quien invita a subir al escenario para demostrarle los trucos de magia frente a un espejo y de paso dejarle claro que ha vuelto.
Al día siguiente, Sophie, llena de ilusión envía una carroza a buscar al mago, para que vuelvan a hablar de su partida y de tantas cosas que en 15 años dejaron inconclusas, entre otras el romance que quedó pendiente y que están dispuestos a recomenzar.
Advertencia: Solo para románticos.