Cuando no se ha leído el libro último de la saga, es toda una desafìo imaginar de que se tratará el final de esta película.
Quienes ya han visto películas anteriores de Harry Potter, conocerán la atmósfera característica de Hogwarts pero esta vez en la cima de la oscuridad con Severus Snape como director de la escuela.
La muerte tan esperada de Harry Potter que resultó ser un desprendimiento de su “parte oscura” o el desprendimiento de Voldemort, era probablemente lo que todo el público esperaba sucediera en algún momento, porque incluso, muriendo Voldemort, Harry seguiría atado al lado oscuro.
Resultó conmovedor ver la importancia que se le otorgaba a la varita más poderosa del mundo de la magia y que una vez recuperada por el protagonista, es quebrada en dos de una forma tan simple como una rama cualquiera y luego es arrojada al precipicio de uno de los puentes del castillo. La película termina con los tres protagonistas de la serie, transformados en treintones con hijos, enviándolos a Hogwarts, con el mismo ritual que ellos mismos siguieron por largos años, desarrollando en sus peripecias maravillosas.
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